Mes de mayo, nos han dado vacaciones forzadas en el trabajo, cuatro días libres inesperados. ¡Al norte!
No coincido con nadie que pueda venir de viaje pues nos han avisado de las "vacaciones" con muy poca antelación. No hay problema, iré yo solo.
Este viaje lo quiero hacer diferente, sin reservas previas ni destinos concretos. No paro de mirar el tiempo y dan lluvias para el fin de semana.
Ya es miércoles, hay que decidir destino ya pues llevo idea de salir el jueves por la tarde nada más terminar de trabajar.
Hostal La Tablada en Navaleno (Soria) posible primera parada.
Jueves 26
14:00h, salgo de trabajar, ya tengo preparadas las mochilas así que en cuanto termino de comer me visto y a cargar la moto, llevo idea de dormir en este hostal ya que está cerca del norte así el viernes en cuanto me levante ya estaré cerca.
14:00h, salgo de trabajar, ya tengo preparadas las mochilas así que en cuanto termino de comer me visto y a cargar la moto, llevo idea de dormir en este hostal ya que está cerca del norte así el viernes en cuanto me levante ya estaré cerca.
Se me hace un poco tarde, emprendo la marcha, son las 17h.
Cojo la autovía A-23 dirección Teruel, primera parada para repostar a la altura de Santa Eulalia.
Continuo la marcha y enseguida cojo el desvío hacia la N-211, carretera por la cual ya había pasado en el anterior viaje a Cantabria. Siguiente parada en Molina de Aragón provincia de Guadalajara, un pueblo muy bonito y catalogado como uno de los más fríos de España. Al pasar por el pueblo veo una ermita en lo alto de un cerro desde el cual parece hay unas buenas vistas así que allí voy.
Reanudo el viaje después de hacer unas fotos, quedan pocas horas de sol y aún queda un buen trozo.
Sigo por la N-211 dirección Alcolea del Pinar donde tengo que coger la autovía a Soria. Me incorporo a la A-15, quería parar a hacer unas fotos en Medinaceli pero se me hace muy tarde así que paso de largo. Camino Soria el sol se va poniendo a mi izquierda dejando un paisaje y un color en los campos de trigo digno de una parada para fotografiarlo.
Llego a Soria y aprovecho para repostar. Quedan unos cuarenta y cinco kilómetros para llegar a Navaleno y ya casi es de noche. Me da la sensación que la moto no ilumina la carretera y justo en ese instante un coche me hace luces, se me ha fundido la luz de cruce. Ahora es imposible cambiar la bombilla así que pongo las largas y me doy prisa en llegar al hostal. Llego a Navaleno sobre las diez y media de la noche muy cansado así que ni ceno, directo a la habitación a descansar. Hostal La Tablada, muy recomendable.
Mapa de ruta del jueves por la tarde.
Viernes 27
Al día siguiente desayuno en el hostal, cargo la moto con todos los trastos y reanudo la marcha dirección Burgos, tengo que buscar urgentemente un taller para cambiar la bombilla. Miro en internet y encuentro un taller con buenas opiniones y servicio oficial Kawasaki, motos Bodero. Les comento que se me ha fundido la bombilla de cruce y que voy de viaje a ver si me pueden hacer el favor de cambiármela lo antes posible, me comenta que están hasta arriba de faena pero que sí que me la cambian. En una hora tengo la moto lista, puedo continuar. El tiempo que han tardado en el taller lo he aprovechado para mirar el siguiente destino, ruta y posible lugar donde pasar la noche.
En un principio llevaba idea de ir a Asturias pero se prevén lluvias y tampoco quiero pasarme haciendo muchos kilómetros ya que arrastro desde hace tiempo un dolor de espalda que no se va. Decido subir a Cantabria. Hay una carretera que en el mapa me llama mucho la atención así que ya tengo ruta para hoy.
Salgo de Burgos dirección Aguilar del Campoo y a los pocos kilómetros me doy cuenta de que me he llevado la llave del hostal, enseguida llamo y quedamos en que a la vuelta a Valencia me pasaré a devolverla o en caso de variar la ruta se la mandaré por correo. Continuo por la N-627 hasta llegar a Aguilar del Campoo, aquí paro a repostar y aprovecho para mirar el mapa de nuevo y el tiempo. Dan lluvias así que me pongo el traje de agua por si acaso. Una pareja de alemanes que viajan en bici se paran a mi lado y me preguntan a donde me dirijo, con una mezcla entre español e inglés nos entendemos perfectamente y con una sonrisa nos despedimos.
La carretera que me lleva a Cantabria es la P-220, conforme voy subiendo a las montañas el color verde resalta y me hace saber que he llegado al norte. Antes de llegar a Salcedillo un cartel indica un mirador que tiene muy buena pinta.
Después de ver este paisaje que me da la bienvenida a esta tierra increíble el cansancio desaparece y solo entran más ganas de seguir y disfrutar.
Retomo la carretera y entro en Cantabria por la CA-280 dirección Espinilla.
Los prados están llenos de vida, la mezcla entre el paisaje y los animales pastando es espectacular, sobre todo al ver a los caballos en libertad. Lástima que no haya un hueco donde parar la moto para fotografiar esta imagen, en cuanto la carretera lo permite paro a hacer una foto del lugar aunque desde aquí no se aprecia lo anterior descrito.

Llego a lo alto del puerto de Palombera y empiezo a descender. A pocos kilómetros encuentro una señal que indica a mi derecha Bárcena Mayor, un lugar que había visto en uno de los vídeos de Jose Antonio Labordeta en la serie de "un país en la mochila". Es casi la hora de comer así que aprovecho y me desvío a esta pequeña localidad. Nada más incorporarme a la carretera que me lleva a Bárcena Mayor encuentro un pequeño pueblo con un nombre curioso, Correpoco.
Llego a Bárcena Mayor y doy una pequeña vuelta encima de la moto, es un pueblo muy bonito de calles empedradas. Busco en internet opiniones de donde comer bueno, bonito y barato, y encuentro un restaurante que me convence, La Jontana. Ya que las nubes oscuras amenazan lluvia aparco la moto en la entrada de una casa que tiene una especie de porche. Llego al restaurante el cual está vacío, le pregunto a la camarera que si puedo comer y me dice que elija mesa. Me siento en la terraza así tengo cerca la moto, a mi lado están sentados unos lugareños tomando algo.
De primero un buen cocido montañés y de segundo solomillo en salsa, una comida buenísima.
Reanudo la marcha dirección Cabezón de la Sal. Llego a Cabezón y paro, he tenido suerte ya que dan lluvias y aún no ha caído ni una gota, me voy a dar prisa a ver si encuentro donde dormir antes de que empiece a llover.

He visto por internet un hostal donde pasar la noche a buen precio en ese mismo municipio, acudo a ver donde está pero al llegar no me convence nada, está a borde de la carretera y leo opiniones que no me gustan nada. A buscar otro. Al final de una larga lista de hostales hay uno que me llama la atención, es un mesón el cual tiene habitaciones y muy buenas opiniones así que sin pensarlo dos veces allí voy. Barcenaciones es el lugar donde se encuentra el "Mesón el Pucheru", una localidad muy tranquila al pie de una colina y bañada por el río Saja. Es una antigua casona de piedra. Es perfecto así que aquí me quedo por lo menos hoy.
Pregunto si hay habitaciones libres, me dicen que sí. Mientras me hacen la ficha aprovecho para descargar la moto y subir los trastos a la habitación. Una buena ducha y descansar un rato me sienta genial así que me animo a coger la moto y dar una vuelta por la zona antes de que se haga de noche.
Me acerco a la zona de la costa, en concreto a Suances, y por fin el mar Cantábrico.
Una breve llamada, un corto paseo y continuo a seguir viendo la costa. Es espectacular ver el verde del paisaje llegar hasta el mar.
Me adentro por unas carreteras que no sé exactamente donde llevan pero da igual ya que voy buscando un sitio para hacer unas fotos de la puesta de sol. Un cartel indica una playa y justo antes de llegar encuentro un camino de tierra, muy tentador y tiene pinta de haber buenas vistas ahí arriba.
A pocos metros se termina el camino y me cruzo una pequeña vacada pastando al lado del mar. Es curioso como se me quedan mirando.
Hago unas cuantas fotos de la moto con las vacas a mi espalda.
Después de hacer unas cuantas fotos me giro y...
Ja ja ja, la sonrisa no me cabía en el casco, estaban todas las vacas detrás de mi.
Queda poco para que anochezca del todo así que vuelvo al hospedaje. Mañana más.
Así queda la ruta del viernes:
- Del hostal La Tablada en Navaleno (Soria) hasta Aguilar del Campoo (Palencia)

- De Aguilar del Campoo hasta Barcenaciones (Cantabria) y pequeña visita a Suances

Sábado 28
Amanece en Barcenaciones, qué raro se me hace y qué agradable no escuchar ningún ruido de buena mañana, falta de costumbre de esta tranquilidad que tanto me gusta.
Hay un poco de niebla y está nublado aunque hasta después de comer no dan lluvias así que voy a aprovechar y darme prisa para que me cunda la mañana.
Bajo a desayunar y planifico la ruta para hoy. Mi idea era ir a Asturias pero al ver el tiempo por internet cambio de idea, haré una ruta por Picos de Europa por la parte cántabra. Aunque no vaya a ir a Asturias no puedo dejar de visitarla aunque sea de pasada, le tengo mucho aprecio a esta tierra. Cojo la autovía dirección Oviedo, salgo a la altura de Unquera para coger la N-621 dirección Panes. A pocos kilómetros me encuentro con el cartel que estaba esperando, ¡Asturias!
Sigo por la N-621 aún en Asturias y me encuentro con una indicación a San Esteban y a Cuñaba, estos nombres me suenan de haberlos leído por internet a otros moteros así que me desvío. Ahora que caigo es una aldea que tenía pendiente visitar y sin quererlo me la he cruzado por el camino.
Vuelvo a la carretera después de visitar esta pequeña aldea, un lugar mágico al borde de los Picos de Europa. Me incorporo al desfiladero y entro en Cantabria de nuevo. La idea es llegar a Fuente Dé. Ir en moto por esta carretera hace disfrutar a cualquiera, ya he pasado por aquí varias veces pero aún así es de esos lugares que siempre te sorprenden.
Llego a Potes y empiezan a caer pequeñas gotas, aprovecho un pequeño cobertizo para parar a cubierto y ponerme el chubasquero. Atravieso Potes y me incorporo a la CA-185 la cual me lleva a Fuente Dé.
Nada más llegar lo primero que llama la atención es el teleférico. Ver los cables que se pierden de vista, la cabina colgando a esa altura y la caseta donde termina el teleférico en lo alto de la montaña me entran unas ganas locas de subir. Las vistas y la sensación de las alturas en las montañas me encanta, pero pensándolo mejor hoy no es el mejor momento. Está apunto de empezar a llover fuerte y aún me queda más de media ruta, además hace años ya subí (espectacular).
Allí arriba termina el teleférico.
Vuelvo por la misma carretera que baja a Potes.
Por el camino una persona caminando al borde de la carretera me llama mucho la atención, una campesina anciana con un pañuelo en la cabeza portando al hombro un montón de leña el cual tenía pinta de pesar lo suyo y al otro hombro una azada, con el cuerpo encorvado y cara de tener una avanzada edad. Personas que están hechas de otra pasta, gente sencilla y trabajadora, ¡admirable!. Me habría parado encantado a charlar con ella pues escuchar historias de estas personas que han vivido tanto y tan duro es increíble, te hace ver las cosas de otra manera y sobre todo aprender. Pero pensándolo mejor no creo que sea buena idea molestar a nadie así que continuo.
A poca distancia de Potes, en Ojedo, empieza la carretera que tengo que coger, la CA-184. Esta carretera sí que es la primera vez que la cojo, en el mapa dibujada tiene muy buena pinta. Objetivo es subir el puerto de Piedrasluengas. Al llegar a lo alto del puerto ya en la provincia de Palencia encuentro un mirador el cual sus vistas obligan a parar.
Vuelvo por la misma carretera un trozo hasta incorporarme a la CA-281. A poca distancia encuentro otro mirador y otra parada.
Después de unas cuantas curvas y aldeas me encuentro con una pequeño embalse.
Es una gozada ver como serpentea la carretera.

Se está haciendo la hora de comer, en cuanto me cruce algún pueblo busco un sitio donde comer. El primer poblado que me encuentro y tiene pinta de tener restaurantes es Tudanca. Una pequeña carretera se desvía a la derecha que lleva al municipio. Nada más girar una estatua al Urogallo.
Al llegar al pueblo hay un parking a la entrada y una señal un tanto borrosa que prohibe la entrada a los vehículos no residentes, la idea de dejar la moto e ir andando a buscar un restaurante no me llama la atención así que decido continuar y ya comeré en otro lugar.
Un amigo me recomendó un restaurante en el pueblo de Celucos y al mirar el mapa no queda lejos. Al llegar a la población de Puentenansa las nubes negras amenazan lluvias en breve y ya se escucha algún trueno. Creo que la comida en Celucos la voy a dejar para otra ocasión y voy a comer donde me hospedo a ver si con suerte consigo llegar sin mojarme y a hora para que me den de comer en el restaurante.
Tomo dirección al Valle de Cabuérniga (CA-182), enseguida un pequeño mirador a orillas de la carretera me "obliga" a parar, las vistas del valle con el cielo a punto de soltar una tromba de agua dejan un paisaje digno del norte.
Enciendo la moto y empiezan a caer las gotas de lluvia, al final creo que me voy a mojar pero bien. A partir de aquí todo el camino hasta el hospedaje lloviendo a mares aunque no me impide llevar un dedo de la visera abierta y disfrutar de ese olor a tierra mojada. Siempre suelo llevar la visera ligeramente abierta pues el aire en la cara hace disfrutar aún más de la moto y más a la hora de viajar. Notas como cambia el olor, la temperatura y las sensaciones conforme vas cambiando de tierras y avanzan las horas del día.
Son las tres de la tarde, llego al hostal completamente mojado. Entro al bar y lo primero es preguntar por si llego a tiempo para comer, el camarero me dice que sí y me prepara una mesa en la parte del bar pues el restaurante está lleno. Por mi mejor, aquí hay televisión y están retransmitiendo el giro de Italia.
Después de una ruta espectacular y de haberme mojado pero bien llega la recompensa, una comida de esas que me encantan; cocido montañés y solomillo...
Acostumbrado a que cuando pides en un restaurante te sirvan únicamente un plato de comida y que aquí te dejen el cuenco lleno por si quieres repetir... ¡increíble!, esta costumbre debería de estar en todas partes.
La comida riquísima. Ahora una ducha y a descansar.
Ruta de hoy:
Una buena siesta me deja como nuevo, me asomo por la ventana y ya no llueve, el cielo se ha despejado y se ha quedado una buena tarde. Me animo y salgo a dar una pequeña vuelta por la zona en la moto, los atardeceres en el Cantábrico son muy bonitos y hoy es el día perfecto para ver anochecer desde la costa.
Salgo del hospedaje y no hay nadie por la calle, parece como que la gente ha desaparecido. ¡Claro!, hoy es la final de la Champions, mejor más tranquilidad.
Es imposible no disfrutar conduciendo por aquí.

No me cruzo con apenas coches por el camino, es como si me hubiesen dejado las calles para mí sólo.
Ya había pasado por esta carretera antes y estaba esperando llegar a este punto perfecto para hacer una pequeña parada
Llego a Comillas antes de que se ponga el sol del todo, aparco la moto al borde del mar y a disfrutar del anochecer.

Me espero a que se haga de noche del todo para regresar. Al entrar al bar de la hospedería aún están televisando el famoso partido así que me quedo a tomar algo. Con un par de quintos y las tapas que me sirve el camarero (tocayo mío, Rubén) ya he cenado. Con la vista más en el móvil viendo las fotos que en el fútbol termina el partido y subo a la habitación. Ya está bien por hoy.
Creo que mañana empezaré el camino de vuelta a Valencia. La idea es hacer la mitad del camino el domingo y parar a dormir en el mismo hostal de Navaleno (La Tablada) en la provincia de Burgos y el lunes el resto hasta casa.
DOMINGO 29
Madrugo y cargo todos los trastos en la moto con las fundas de lluvia ya puestas. Me despido de la mujer que en ese momento estaba trabajando y emprendo la marcha. Hoy bajaré a Burgos pero por una ruta que tengo pendiente del último viaje, los collados de Asón.
Cojo la autovía A-8 hasta la salida de Solares, voy a buscar la CA-261. La carretera empieza a serpentear subiendo la montaña dejando de fondo un bonito paisaje de la costa de Cantabria.
A pocos metros encuentro un mirador y vuelvo a parar.
Salgo de Cantabria, la carretera ahora en la provincia de Burgos es la BU-571. Próxima parada el municipio burgalés de Frías, he leído que es un pueblo muy bonito y como detalle curioso a mi padre lo conocen por el mismo nombre así que voy a hacer una pequeña visita.
Después de hacer la visita a Frías el próximo destino es Navaleno, la idea es comer allí, devolver la llave de la habitación que me llevé y en caso de apetecerme quedarme a pasar la noche.
Continuo la ruta en busca de la N-1 hasta llegar a Burgos y a continuación cojo la N-234 que me lleva directa a Navaleno. Ya en el hostal devuelvo la llave y me siento a comer, un buen plato de comida caliente sienta de maravilla. Mientras viendo en las noticias el tiempo, dan lluvias por casi toda España y si continuo la ruta me esperan prácticamente hasta Valencia. Me la voy a jugar y continuar el viaje pese a las trombas de agua que me esperan, quiero dormir esta noche en mi casa.
Arranco la moto y empieza a llover, demasiada suerte había tenido hasta ahora. Desde aquí hasta prácticamente Teruel todo el camino lloviendo sin parar. En cuanto amaina la lluvia paro en una estación de servicio a repostar y a tomar un café que me caliente el cuerpo. Última parada antes de llegar a casa.
Ruta de vuelta
¡Por fin en casa!
Creo que mañana empezaré el camino de vuelta a Valencia. La idea es hacer la mitad del camino el domingo y parar a dormir en el mismo hostal de Navaleno (La Tablada) en la provincia de Burgos y el lunes el resto hasta casa.
DOMINGO 29
Madrugo y cargo todos los trastos en la moto con las fundas de lluvia ya puestas. Me despido de la mujer que en ese momento estaba trabajando y emprendo la marcha. Hoy bajaré a Burgos pero por una ruta que tengo pendiente del último viaje, los collados de Asón.
Cojo la autovía A-8 hasta la salida de Solares, voy a buscar la CA-261. La carretera empieza a serpentear subiendo la montaña dejando de fondo un bonito paisaje de la costa de Cantabria.
A pocos metros encuentro un mirador y vuelvo a parar.
Después de parar aquí y flipar literalmente con las vistas es difícil dejar esta tierra y volver a casa. El buen sabor de boca que me dejan estos lugares del norte cada vez que vengo hacen que antes de irme ya quiera volver.
Aún me queda una buena ruta por delante así que continuo, a la altura de Arredondo giro a la derecha para coger la CA-265 a Asón. Es difícil encontrar un lugar donde hacer una foto que haga justicia a la belleza del lugar aún así a la mínima que la carretera me lo permite paro.
Pasando los collados de Asón me incorporo a la CA-665 dirección al Portillo de la Sía, carretera que comunica con la provincia de Burgos.
Salgo de Cantabria, la carretera ahora en la provincia de Burgos es la BU-571. Próxima parada el municipio burgalés de Frías, he leído que es un pueblo muy bonito y como detalle curioso a mi padre lo conocen por el mismo nombre así que voy a hacer una pequeña visita.
Después de hacer la visita a Frías el próximo destino es Navaleno, la idea es comer allí, devolver la llave de la habitación que me llevé y en caso de apetecerme quedarme a pasar la noche.
Continuo la ruta en busca de la N-1 hasta llegar a Burgos y a continuación cojo la N-234 que me lleva directa a Navaleno. Ya en el hostal devuelvo la llave y me siento a comer, un buen plato de comida caliente sienta de maravilla. Mientras viendo en las noticias el tiempo, dan lluvias por casi toda España y si continuo la ruta me esperan prácticamente hasta Valencia. Me la voy a jugar y continuar el viaje pese a las trombas de agua que me esperan, quiero dormir esta noche en mi casa.
Arranco la moto y empieza a llover, demasiada suerte había tenido hasta ahora. Desde aquí hasta prácticamente Teruel todo el camino lloviendo sin parar. En cuanto amaina la lluvia paro en una estación de servicio a repostar y a tomar un café que me caliente el cuerpo. Última parada antes de llegar a casa.
Ruta de vuelta
Después de unos 1850 kilómetros recorridos ahora a pensar en el siguiente viaje.


































































A ver cuando visitas Pamplona y avisas, mamón. Buen relato 😉
ResponderEliminarBorja